UNA ANOTACIÓN RESPECTO A NUESTRA SEÑORA
Habíamos dejado atrás París, pero antes de continuar, creo que es importante aclarar un dato que había quedado un poco en el aire: el porqué de la inclinación del Eje Histórico de la ciudad. Hablábamos del 10 de mayo y del 1 de agosto en el capítulo anterior, fechas en principio poco significativas. Indaguemos pues en esas fechas.
En principio, nada interesante tenemos para el 10 de mayo, sin embargo el 11 de mayo nos trae un curioso aniversario: se celebra Sainte Estelle, virgen mártir de las Galias del siglo III, cuya madre descendía de una antigua familia druidas. Al parecer, fue su propio padre, un patricio romano, quien ordenó que le cortasen la cabeza con un hacha por no abandonar su fe cristiana. La leyenda cuenta con gran contenido simbólico.
Más interesante resulta la fecha del 1 de agosto, que resulta ser nada menos que la festividad de Lughnasadh, el festival de Lugh, el dios sol de los celtas. En esta fecha ocurre el segundo plenilunio después del solsticio de verano que es el que se encuentra cerca del punto medio entre el solsticio de verano y el equinoccio de otoño.
Parece ser que la historia de San Lorenzo no es otra cosa que la cristianización del dios Lugh, cambiando la fecha al 10 de agosto (como se hizo con San Juan respecto al solsticio de verano). Como curiosidad, en España se conoce al sol coloquialmente como “Lorenzo”. ¿Quizás un vestigio de la adoración a Lugh?
Claro, las alineaciones del sol con el Eje Histórico no nos valen para explicar Notre Dame, porque como ambos ejes van en paralelo, la puesta de sol no afecta de igual manera a uno y otro lugar el mismo día. En Notre Dame la puesta de sol se alinea el 10 de agosto, pero eso no nos dice gran cosa.
Sin embargo, el sol se alinea con Notre Dame al alba del 7 de Noviembre, a la mitad del equinoccio de otoño y el solsticio de invierno. Los celtas celebraban Samhain en esa fecha, y el cristianismo acabó trasladando la celebración al 1 de noviembre y convirtiéndola en el día de Todos los Santos. ¿Saben ustedes que la víspera de ese día es Halloween, verdad?
También se alinea con la puesta de sol el 1 de mayo, la festividad pagana de Beltane, a medio camino entre el equinoccio de primavera y el solsticio de verano.
Todo esto no tiene nada de excepcional, si lo pensamos detenidamente. En la antigüedad el sustento de la gente dependía de su conocimiento del entorno, y esto incluía por supuesto, a los elementos naturales celestes. Hoy en día, la mayoría habitamos lugares llenos de altos edificios y contaminación lumínica y atmosférica, factores que nos ocultan las maravillas de las estrellas, el sol, la luna y los planetas.
La Iglesia Católica, en su afán de poder, se apropió de los cultos antiguos, cambió las fechas señaladas (probablemente para oscurecer el conocimiento que sólo acabaron poseyendo los más cultivados de entre los sacerdotes) y sustituyó donde pudo los viejos templos por iglesias. El conocimiento ancestral y sagrado fue guardado celosamente durante siglos por sacerdotisas. Estas fueron perseguidas, torturadas y exterminadas (60.000 o más ejecuciones en Europa) con una crueldad sádica, mediante acusaciones falsas de adoración demoníaca y el conocimiento acabó perdiéndose. Eran las brujas.
Los vestigios que hoy nos quedan, menhires, crómlechs, dólmenes y algunas antiguas tradiciones, no nos permiten reconstruir con rigurosidad los conocimientos de nuestros ancestros. Pero algo es seguro: idiotas no eran. En la soberbia del mundo moderno se tiende a despreciar todo aquello que no se comprende o a llamar atrasadas a culturas milenarias, pero habría que ver cuántos de nosotros seríamos capaces de sobrevivir hoy si tuviésemos que cultivar nuestro propio alimento y vivir a merced de los elementos.
En cuanto a las alineaciones monumentales respecto los cuerpos celestes, no debieran ustedes sorprenderse tanto. Les recomiendo la lectura del libro “Les phenomenes solaires artificiels” de Thierry Van de Leur, ahí se recopilan gran cantidad de bellos ejemplos. Es algo que vienen haciendo nuestros ancestros en todos los lugares del planeta desde los albores de la Humanidad.
LOS RENGLONES TORCIDOS DEL GRAN ARQUITECTO DEL UNIVERSO
Los patrones geométricos nos hacen sentir que hay un orden en el Universo, pero podemos comprobar que en la naturaleza los patrones por lo general tienen formas caprichosas, ciertamente alejadas de las figuras geométricas más elementales. Es por eso que cuando se encuentran en la naturaleza elementos geométricos o líneas rectas en grandes extensiones, nos generan cierta sensación sobrenatural, un sentimiento de desasosiego o sorpresa. Este efecto se busca a propósito en toda arquitectura «sagrada» o «mágica». Pongamos como ejemplo los encuadres excesivamente simétricos de Kubrick:
En muchísimas ocasiones tendemos a buscar un exceso de linealidad en un entorno que no es para nada lineal. Un mapa no es el territorio. Un mapa es simplemente la plasmación idealizada de un territorio tridimensional sobre una superficie bidimensional. Esto plantea grandes complicaciones, ya que un mapa del planeta Tierra pretende plasmar la superficie de un cuerpo esferoide en una superficie plana.
Es por ello que soy muy escéptico con algunas alineaciones lejanas que plantean algunos investigadores. Se encuentran alineaciones sorprendentes con algunos monumentos de civilizaciones alejadas en el espacio y en el tiempo; pero las distancias enormes y los pequeños errores de cálculo pueden desvirtuar completamente un análisis serio. Pongamos un ejemplo.
PONGAMOS QUE HABLO DE DEBOD
Hay en la red alguna interesante página que dice que el Templo de Debod de Madrid está alineado con el Vaticano, y uno que es curioso, no puede evitar comprobarlo. Es más, se indica que el eje del Templo está alineado con el obelisco de Calígula de la Piazza San Pietro del Vaticano. Y no sólo eso, se puede comprobar que la línea pasa ¡exactamente por el eje de la propia Basílica de San Pietro!
Es más, se indica que esta línea continuaría hasta la Hagia Sophia de Estambul (Constantinopla).
Bien, todo esto es sorprendente, pero soy escéptico porque un mínimo desvío en el ángulo trazado en Madrid, provocaría que la línea acabase alejada del obelisco en Roma, tal es la distancia que separa a ambas ciudades. De hecho, he tenido que ajustar un poco el ángulo en Google Earth hasta lograrlo, porque una precisión de 0,01º en el cálculo del ángulo de inclinación entre dos puntos alejados por 1.365 kilómetros nos da un márgen de error de casi 500 metros. Y, como se ha señalado antes, la tierra no se compone de líneas rectas ni circunferencias exactas. Ni los árboles se diseñan con escuadra y cartabón, ni las manzanas se dibujan con compás (al menos hasta la llegada del cubismo y posteriores vanguardias artísticas, las cuales habrían de ser analizadas más adelante).
Por eso desconfío de los mapas de “Líneas Ley” (de los que hablaremos más adelante) excesivamente rectilíneos y simétricos.
En todo caso, creo que la inclinación de la colocación del templo egipcio en Madrid tiene que haber tenido una razón de peso, porque tenían todo el parque libre para poder alinearlo como mejor les parecía. Y no he hallado ninguna alineación significativa con elementos monumentales cercanos (que los hay y muy interesantes).
Se dice que al ser trasladado a España, se situó de manera que conservase aproximadamente la misma orientación que en su lugar de origen en Egipto, de este a oeste. Pero ya hemos visto con el ejemplo de Notre Dame y el Eje Histórico de París que latitudes y longitudes diferentes tienen un efecto dramático con respecto a la posición del sol y un monumento aunque compartan la inclinación.
Analicemos pues este Templo de Debod, de 2.200 años de antiguedad. Hay algunas publicaciones que incluyen este monumento como un monumento masónico, pero a nada que nos detengamos un poco a pensarlo, deberíamos descartar esa idea por absurda. El templo fue reubicado en Madrid en pleno régimen franquista. Los masones fueron perseguidos e ilegalizados por el régimen, y sus bienes, incautados. Por supuesto que no son los masones los únicos obsesionados con la simbología egipcia. Esta obsesión está presente en todos los grupos de poder posteriores a los egipcios: el Imperio Remano, la Iglesia Católica, la Monarquía, Napoleón, los financieros… y los franquistas.
Oficialmente, el templo fue un regalo del gobierno egipcio realizado en compensación por la ayuda española durante los trabajos de salvamento de templos amenazados por la construcción de la presa de Asuán, pero parece ser que el asunto tuvo más de las habituales presiones diplomáticas, negociaciones, dinero (España aportó más de medio millón de dólares) y demás factores que suelen conllevar este tipo de expolios.
El templo se ubicó en el lugar donde se produjeron los fusilamientos del 3 de mayo de 1808 (¡vaya, como la pintura de Goya que ilustra este blog!) y se levantaba el Cuartel de la Montaña, en el que militares sublevados y falangistas se atrincheraron el 18 de julio de 1936. Las fuerzas republicanas asediaron el cuartel y tras una encarnizada lucha, los milicianos asaltantes asesinaron a entre 500 y 900 sublevados. El Bando Nacional convirtió a estos muertos en mártires y el lugar pasó a formar parte de la mitología de los falangistas.
El templo fue inaugurado el 18 de julio de 1972 por Carlos Arias Navarro. No busquen cifras masónicas en la fecha, ya hemos explicado el porqué. Esa fecha es el aniversario del “Alzamiento Nacional” que gustaba conmemorar al gobierno de Franco. 36 años antes una amalgama de fascistas, católicos, monárquicos, anticomunistas… había protagonizado un golpe de Estado que condujo a España a la Guerra Civil que acabó con la derrota de la Segunda República (ahí sí había masones a tutiplén). Por cierto, también había masones en las filas sublevadas, como por ejemplo el general Miguel Cabanellas.
¿Y la alineación? Pues lo único que he podido sacar en claro es que el sol se pone en el horizonte alineado con el monumento un… ¡12 de octubre! Fiesta de la Hispanidad, conmemoración de la llegada de Cristóbal Colón a las costas americanas en 1492. A los gobiernos les gusta rememorar los días de esplendor, el sueño del reverdecimiento de los mustios laureles de la gloriosa patria, o hacérselo creer al pueblo al menos.
Si algún madrileño no tiene nada mejor que hacer el 12 de octubre, no estaría mal que nos sacase de la duda. Todas las guías turísticas dicen que la mejor puesta de sol de Madrid está ahí y puedo dar fe de ello.
Martín Almagro Basch fue el arqueólogo encargado de los trabajos de traslado y reconstrucción del templo. Este hombre, combatiente falangista durante la Guerra Civil, era un especialista en arte rupestre y sepulcros megalíticos. Así que en principio, podríamos asumir que este hombre sabía lo que hacía. Hoy en día los falangistas siguen celebrando el Alzamiento en las escaleras que llevan al Templo de Debod y cantando el «Cara al sol» al final del acto.
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Les dejo otra pequeña historia que relaciona la Guerra Civil con los símbolos egipcios, y deja de nuevo a los francmasones de lado.
Un antecedente: la masónica II República había ilegalizado y disuelto a la Compañía de Jesús, los inefables jesuitas, el 23 de enero de 1932, con el pretexto de que obedecían a un poder extranjero (el papa) e incautó todos sus bienes.
Hay una plaza en la localidad vizcaina de Getxo, frente al Ayuntamiento y la Iglesia de San Ignacio de Loyola (fundador de los jesuitas). Después de la rendición de las fuerzas republicanas vascas tras el Pacto de Santoña (hecho que merecería un artículo entero) el nuevo alcalde de Getxo decidió:
«Designar con el nombre de «Plaza de los Mártires por Dios y por España» a la plazoleta comprendida entre la Avenida del Ejercito y la Iglesia y Plaza de San Ignacio, sita enfrente del Ayto; y levantar en el centro de la misma un Obelisco… (21-07-1937).»
Con el fin del régimen franquista, se hicieron intentos de quitar el obelisco, sin poder hacerlo hasta bien entrado el siglo XXI. El Partido Popular (heredero del ideario franquista) propuso obstinadamente mantener el obelisco e instalar una placa en el mismo en memoria de las víctimas de ETA. El máximo responsable de esta petición, Arturo Ignacio Aldecoa, es una persona muy interesada en arqueología e Historia. Y en perpetuar la simbología franquista también, al parecer.
Ese obelisco ya no está. La iglesia de San Ignacio permanece y la alcaldía pertenece desde hace décadas al jesuítico Partido Nacionalista Vasco (PNV), ese mismo partido que pactó con las fuerzas italianas la rendición del Euzko Gudarostea (Ejército Vasco) en Santoña a espaldas de sus socios republicanos españoles. 80 años después, los responsables de ese partido siguen diciendo que el pacto fue «heroico e intachable». Saldukeria hitza ezagutzen al dute jeltzaleek?
Resumiendo:
- Si el espacio no es lineal y geométrico, la Historia tampoco lo es. Está llena de alianzas múltiples, agentes dobles, conspiraciones laberínticas, traiciones… Pretender asignar los papeles de «bueno» o «malo» a las diferentes facciones sólo logrará confundirnos más, porque no es tan simple. La confusión es una estrategia de guerra estudiada y perfeccionada durante milenios, y los diferentes grupos sedientos de poder saben usar esto mejor que nadie.
- El ejemplo de los jesuitas durante la Guerra Civil española nos permite vislumbrar los métodos retorcidos que se utilizan. Su aparato político en el País Vasco (el PNV) se alineó con el bando que en principio más les perjudicaba (siempre han sido feroces anti-comunistas y como hemos visto, la II Republica había disuelto a los jesuitas). La fuerza de combate adscrita al partido (Euzko Gudarostea), fue creada al amparo de los disueltos jesuitas en el Santuario de Loyola. La rendición de esta fuerza de combate fue supervisada por los mismos jesuitas, traicionando el PNV a sus aliados republicanos.
- De esta manera, el partido político de los jesuitas puede presumir de haber combatido a Franco, cuando en realidad los jesuitas se beneficiaron de la derrota de la II República. Su poder es casi omnímodo en el País Vasco hoy en día.
- Por eso no nos debe extrañar la presencia de masones en el bando sublevado, ni la presencia de jesuitas en el bando republicano, ni la presencia de algún numerario del Opus Dei en las filas de la izquierda independentista vasca, etc. La mejor manera de combatir a un rival es inflitrarlo y destruirlo desde dentro, aunque esto no siempre es tan facil.
- En esta partida, los peones son masacrados una y otra vez. Pero ni reyes ni reinas, ni alfiles ni torres ni caballos son quienes controlan la partida ya que en ocasiones también ellos son sacrificados. No pocas veces masones, jesuitas y servicios secretos trabajan juntos para conseguir objetivos tácticos a medio plazo, como por ejemplo, preparar el «Día Después» de la muerte de Franco, la falsa «Transición», como veremos en el siguiente capítulo.
Continuará…
Vae victis! 
Muy buen artículo y felicidades por este blog que estas empezando el cual es muy interesante.
Espero con ganas su artículo sobre las Líneas Ley
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Oso Interersgarria.
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Brilliant!
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